«La Explicación al Paciente como Responsabilidad del Ortodoncista»
El Ortodoncista tiene una labor compleja ya que debe ejecutar cotidianamente distintas actividades en el consultorio, divididas en labores clínicas y administrativas. En relación al área clínica, el especialista se desvive en la atención al paciente y en la transferencia de conocimientos hacia el auténtico protagonista: el ser humano que asiste a la consulta, ese invitado VIP sobre el cual está puesta nuestra concentración.
Un aspecto imprescindible con el que debe contar quien ejerce la Ortodoncia es la explicación detallada y sencilla de lo que se le practica en cada consulta, de manera que el paciente conozca los procedimientos a los que será sujeto y esté al tanto de su situación clínica.
La citada exposición debe ser realizada con un lenguaje claro y transparente, utilizando medios pedagógicos que permitan transmitir el mensaje, para que el paciente entienda su problema y el modo ortodóncico en que será tratado.
Medios convencionales para la comprensión del caso
Existen diversas herramientas, tales como modelos(1), macromodelos y cepillos, que con su uso generan una comunicación efectiva, permitiendo el entendimiento de la problemática de la persona. Un ejemplo puntual es la demostración al paciente del modelo final, observando cómo quedaron sus dientes (al realizarle el retenedor), tomando en consideración que junto con las fotografías clínicas, es un medio marcadamente gráfico de mostrar la forma de su arcada, tamaño dental, anatomía de la encía, entre algunas de tantas características clínicas que la persona mira en sí, solo que de otra manera.
Medios actualizados para la explicación del caso
En este sentido, el especialista puede darse vida con la información que emite, ya que se explican los detalles clínicos que presenta la persona evaluada, buscando hallazgos absolutamente visuales, generando un convencimiento específico de la patología instalada. Tal es el caso de la Cámara Intraoral, con ella, como dispositivo novedoso, se maneja en boca del paciente, con una especie de “lápiz tecnológico” que es colocado en cualquier espacio anatómico bucal, proyectado en tiempo real a una pantalla a la cual el mencionado paciente accede, observando todo lo que tiene justo en ese momento.
Es por ello que ambos personajes ganan en dicha consulta: el paciente conoce pormenorizadamente sus aspectos a mejorar, y el Ortodoncista obtiene la información clínica que desea, pudiendo armar un diagnóstico correcto y, en consecuencia, el plan de tratamiento idóneo para el paciente.
Finalmente, la explicación del caso es el deber del especialista en Ortodoncia, así como también un derecho que tiene el paciente para el conocimiento de su maloclusión(2), siempre con la claridad y la ética como banderas que exhibe el genuino profesional.
Nos encontraremos nuevamente, entre letras y brackets, compartiendo esta pasión llamada Ortodoncia, recordando siempre que una sonrisa saludable es nuestra mejor carta de presentación.
¡Que la sonrisa siempre esté presente!
Columnista Dr. Jair Morón S.V.O. 778